R.A.I.N. 4 Pasos Para un Mayor Equilibrio Emocional

Esta es la segunda parte de una serie de 3.

• Parte 1: Surfeando las Olas Emocionales del TDAH
• Parte 2 (estás aquí): Cuatro Pasos Para un Mayor Equilibrio Emocional
• Parte 3: ??? (próximamente)

En el post anterior revisamos la razón por la cual es difícil manejar las emociones que normalmente llamamos “negativas”.

Además te mostré gráficamente la idea de que las emociones son como las olas del mar…

Y en esa línea, te sugerí que intentar “controlar” nuestras emociones tal vez no sea la mejor estrategia…

Si aun no has visto el video de la parte 1, te sugiero hacerlo ahora, antes de seguir adelante, porque de otro modo lo que sigue tal vez no tendrá demasiado sentido para ti (dale click aquí para ver el vídeo).

Bueno. La pregunta obvia que no respondí en el post anterior fue:

¿Cómo se hace eso de surfear -en lugar de intentar detener- las olas emocionales?

Muy bien. Para responder a esta pregunta he traído a un invitado MUY especial…

Pero antes de presentártelo, tenemos que detenernos brevemente en un punto esencial para entender el fenómeno que nos ocupa.

Y aquí, probablemente te vas a sorprender un poco con esto…

Mira.

Las emociones, en su esencia, son fenómenos estrictamente corporales.

Su escenario principal es el cuerpo y no la mente.

¿Suena raro?

Claro, porque estamos acostumbrados a entender las emociones como un fenómeno psicológico, que tiene lugar en nuestras mentes…

Y que se relaciona de forma directa con nuestros pensamientos y formas de interpretar lo que nos sucede.

La verdad es que todo eso es válido.

Sin embargo, desde un punto de vista neurobiológico, las emociones en realidad son un conjunto de reacciones y procesos que ocurren en nuestro cuerpo en respuesta a un determinado estímulo (externo o interno).

Mira lo que dice el destacado Neurólogo y Neurocientífico, Antonio Damasio (uno de mis héroes) al respecto en su muy excelente libro The Feeling of What Happens: Body and Emotion in the Making of Consciousness.

Algunas veces usamos nuestras mentes no para descubrir hechos, sino para esconderlos. Usamos una parte de la mente como una pantalla para evitar que otra parte de ella sienta lo que sucede en otro lugar. Esta pantalla no ha sido necesariamente instalada de forma intencional (…) pero, intencional o no, la pantalla sí esconde aquello que no nos deja ver.

Una de las cosas que la pantalla esconde de forma más efectiva es el cuerpo, nuestro propio cuerpo, con lo cual me refiero a su interior. Como un velo arrojado sobre la piel para asegurar el recato, la pantalla oculta parcialmente de la mente los estados internos del cuerpo, aquellos que constituyen el flujo de la vida a medida que deambula en su viaje de cada día.

La vaguedad, intangibilidad y el carácter elusivo de las emociones son probablemente síntomas de este hecho, una indicación de como cubrimos la representación de nuestros cuerpos, de cuanta imaginería mental basada en objetos y eventos no-corporales enmascaran la realidad del cuerpo. De otro modo nos daríamos cuenta fácilmente que las emociones (y sus sensaciones asociadas) son tangiblemente acerca del cuerpo. Algunas veces usamos nuestras mentes para esconder una parte de nuestro ser de otra parte de nuestro ser.

¿Qué tal?

Buena, ¿verdad?

Ahora… ¿Por qué es importante todo esto?

¡Ajá!

La razón es que, en el ejercicio que vas a aprender hoy, la atención a las sensaciones corporales de la emoción es clave.

¿Quieres aprender cómo se hace?

¡Muy bien!

Pues sin más que agregar, te dejo con mi invitado de hoy:

Se trata de Marv Belzer, PhD. quien es director asociado del centro de investigación de Mindfulness de la Universidad de California.

Marv es uno de mis instructores favoritos de Mindfulness y en el vídeo estoy seguro de que vas a descubrir por qué

R.A.I.N. 4 Pasos Para un Mayor Equilibrio Emocional

Nota: este vídeo es solo una de las clases con distintos instructores invitados que forman parte de mi Curso Online de Mindfulness para Adultos con TDAH. Si te interesa saber más sobre el curso haz click aquí.

Muy bien. ¿Qué te pareció esta aplicación práctica de Mindfulness para “manejar” las emociones negativas?

Lo que viene ahora es acordarte de los pasos y aplicarlos cuando sientas la presencia de una emoción negativa cualquiera…

TIP: Te sugiero intentarlo primero con emociones de baja intensidad y no en medio de un ataque de pánico, por poner un ejemplo extremo.

Igual que si fueras a aprender a surfear en el mar, el primer paso es practicar con olas pequeñas… Para luego ir, de a poco, desarrollando el equilibrio y la habilidad de mantenerte de pie sobre la tabla de surf no importando el tamaño de la ola.

Tu turno

En el próximo post vamos a cerrar esta serie con algunas reflexiones y recomendaciones finales para que lleves todo a la práctica.

Por mientras, quiero saber tu opinión…

Déjame tus comentarios y preguntas acá abajo, a ver si me ayudas a decidir el foco principal del próximo post 🙂