En este post me voy a salir un poco del tema de las técnicas en sí, para hablarte de la peor estrategia de cambio que existe y cómo evitarla.
Lo más probable es que ya estés usando esta estrategia al intentar aplicar las técnicas que hemos revisado.
Si fuiste educado de la manera tradicional (como la gran mayoría de nosotros), probablemente eres expert@ en ella!
Nuestros tatarabuelos educaron así a nuestros bisabuelos, quienes enseñaron de este modo a nuestros abuelos, los que a su vez educaron así a nuestros padres.
…¿Ya sabes a lo que me refiero?
En una palabra: castigo
(o en varias palabras: reproche, críticas, recriminación, retos, rigor, mano dura, “la letra con sangre entra”, etc., etc…)
La humana y universal tendencia de señalar lo que está mal hecho y castigar al hechor para que no lo haga más.
El Déficit Atencional incluye una sobredosis de castigo a lo largo de la vida
Diversas investigaciones han mostrado que los niños con Déficit Atencional, reciben una buena dosis de reproches y críticas durante demasiado tiempo.
Al crecer, muchas de esas críticas y retos van quedando incorporadas, por decirlo así, en el “disco duro” de tu mente, para hacerse presentes toda vez que cometes algún error o se te olvida algo que debías hacer.
En ese momento, lo más probable es que te castigues sol@, reprendiéndote por haber fallado (los típicos pensamientos que surgen en tales ocasiones son del tipo “deberías haber hecho esto o lo otro” o bien “no deberías haber hecho esto o aquello”).
Pregunta: te han servido alguna vez tales reproches para lograr cambiar tu conducta?
Apuesto a que NO
El principal problema con el castigo como estrategia para intentar el cambio es que tiene connotaciones emocionales negativas, las cuales se asocian necesariamente a la tarea que se está intentando aprender (o las técnicas en el caso de este blog).
El propio B.F. Skinner (uno de los fundadores de la escuela del Conductismo en Psicología) señaló que el castigo era la peor estrategia de enseñanza debido a sus consecuencias emocionales negativas.
Una lección del Adiestramiento Canino para evitar el castigo como forma de enseñanza
Les voy a dar un ejemplo de la vida real para que vean más claro que el castigo es la peor estrategia para el cambio conductual y cómo pueden evitar caer en sus garras cuando intentan aprender nuevas habilidades.
Esto me ocurrió hace tiempo cuando intentaba enseñar un truco nuevo a “Eloisa”, mi perra boxer. (Como saben, el adiestramiento canino ha sido parte importante de mi vida).
En sí, el adiestramiento canino no es otra cosa que una serie de técnicas y aplicaciones del Conductismo de Skinner (más específicamente de su teoría del Condicionamiento Operante).
En el adiestramiento canino se utiliza una combinación de refuerzos (que aumentan las conductas) y castigos (que las disminuyen). Los refuerzos positivos son, por lejos, lo más efectivo para enseñar nuevos ejercicios. Sin embargo, una vez que el ejercicio ha sido aprendido, también se pueden usar (con tino y sensibilidad) algunos tipos de castigo. Por ejemplo se puede usar la voz (diciendo: “No”) o un tirón de collar (corrección). No se trata de maltratar al perro sino sólo de exigirle que se aplique en el trabajo.
Bueno, la cosa es que me encontraba un buen día trabajando con mi perra en un juego/ejercicio de tirarle la pelota para que me la trajera de vuelta (este ejercicio es la base para otros más complejos).
El problema es que ella se distraía a cada rato y, en lugar de traerme la pelota, se iba para cualquier parte. Es decir se equivocaba en la ejecución del ejercicio. Como ella es muy distraída, cometía muchos errores.
Mi respuesta fue entonces corregirla verbalmente (diciéndole “NO”) cada vez que se distraía. Como esto ocurría con gran frecuencia, tenía que decirle “NO” a cada rato.
Ahí me di cuenta que me estaba empezando a frustrar cada vez más.
Me di cuenta que me enojaba con ella, como si lo estuviera haciendo a propósito (por supuesto que no era así, ¡simplemente ella no lograba concentrarse lo suficiente!).
También observé que su desempeño empeoró en vez de mejorar.
El punto es que su conducta no respondía a que fuera desobediente o porfiada, sino que al simple hecho de que es muy energética, nerviosa y las distracciones capturan su atención de forma inmediata (igual que una persona con Déficit Atencional).
Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando cambié totalmente de estrategia y me concentré en PREMIARLA cada vez que realizaba algún avance, por pequeño que fuera.
El resultado fue que, gradualmente, ella fue mejorando hasta que logró, después de varias sesiones, ejecutar el ejercicio de forma bastante decente.
Por mi parte, logré relajarme y disfrutar mucho más del entrenamiento con ella.
En resumen, esto es lo que aprendí (y lo que me gustaría sugerirte que apliques contigo mism@ en el aprendizaje de las técnicas):
1. Ten Paciencia
2. Usa refuerzo positivo (premios) antes que castigos (en otras palabras: no seas dur@ contigo mism@)
3. Aun mejor: ¡olvídate de los castigos!
4. Concéntrate en desarrollar las habilidades en pequeños incrementos
6. Trata que tus “sesiones de trabajo” tengan un tono positivo y entusiasta
7. Sesiones cortas e intensas son mejores que sesiones largas y monótonas
8. Usa la novedad como un ancla atencional
9. Usa premios más grandes y atractivos cuando consigas aplicar las estrategias.
¿Alguna vez has prestado atención al modo en que te tratas a ti mism@ cuando estás intentando aprender algo nuevo?
sandra says
estoy tan feliz de haber encontrado este sitio,me he pasado la tarde metida leyendo los temas podria decirme, una vez mas he perdido el día,pero creo que este blog me enseña a decir lo contrario reforzar lo positivo.Ya empece a anotar en una libreta,hice el ejercicio de ver cuanto demoro en” dispersarme” y me propongo hacerlo como recomendó para pasar al siguiente paso creo que encontré la respuesta a tantos años de frustracion
Juan Sangüesa says
Hola, Sandra
¡Bienvenida!
Mariela says
Bueno a mi me pasa eso con mi perro, es cachorrito y no siempre recuerda que esta haciendo mal las cosas, y cuando hace pìs donde no debe le digo aca no se hace pis y lo llevo a donde debe hacerlo y cuando va y hace donde debe lo felicito y lo premio con caramelos para perros o caricias y mimos depende, alguna de las dos, no siempre la misma, y solo tiene 3 meses y ya casi siempre hace donde debe.